This is just the start, dear friends.

Descubro que es mucho más satisfactorio leer las enseñanzas de verdaderos artistas y observadores de la condición humana; no es noble patear al caído o corregirle la plana a alguien con una pseudofilosofía cuando hay gente con verdaderas enseñanzas en el mundo, y he elegido a dos caricaturistas con un gran entendimiento y visión, Quino y Maitena; es por mera casualidad que ambos sean argentinos.

Mafalda no necesita presentaciones, todos estamos familiarizados con ella, con su agudeza y a veces escandalosa honestidad, es su mundo el que me interesa visitar y reflexionar cómo a pesar de tener las tiras más de 40 años siguen tan frescas y nos llegan al alma:

En el pasado hemos hablado de la mente del corazón; es la capacidad de amar y de sentir empatía por otro ser humano. Susanita tiene su mente del corazón muy despierta, tanto que mira al mundo con ella en todo momento, ve a todos como padres, madres, hijos e hijas tal como dije que debemos de hacer, esto le disgusta sobremanera a Mafalda quien no tiene paciencia para analizar así el mundo. Esta vez Susanita es quien tendría razón, sin embargo su manera de ver el mundo resulta incompleta y reduccionista. Hace mal quien mira la realidad sin corazón, tanto como hace mal quien mira la realidad con puro corazón sin usar los ojos.

En su mundo Mafalda es la inadaptada, hemos ya hablado de la neurosis que es la incapacidad de aceptar el mundo como es, en el futuro veremos que tanto que dice Mafalda es neurosis y que tanto es observar el mundo con ojos frescos, pues Mafalda posee una mente inquisitiva muy desarrollada.

 

Maitena es una gran observadora de la mujer, pero al verla tan atentamente descubre que lo que más le incumbe a la mujer es un ámbito universal y humano. Es posible que es la mujer quien anda por el mundo con el alma por fuera y se arriesga más.

La mujer de esta tira peca por honesta, sabe que no hay colágeno en el mundo que llene el vacío existencial, y ha dado en el clavo.

¿Porqué hacemos lo que hacemos? Imagina que tenemos un agujero en el alma, lo llenamos con lo que hacemos, con nuestro trabajo, con quienes queremos, sin embargo a veces eso no nos basta y metemos más cosas, es ese agujero el que intentamos aniquilar cuando bebemos en exceso o nos drogamos. cuando nos unimos a una u otra causa, cuando seguimos a una corriente o con religión.

Hay quienes lo llenan comprando cosas, operándose, comprando miles de zapatos o con colágeno. Maitena observa bien, la mujer no necesita nada de eso para estar completa. Es un tema recurrente en sus tiras, ver a la mujer corriendo nerviosa tratando de llenar el agujero del alma y de aquellas quienes se aceptan como son. La filosofía de Maitena es de una hermana mayor que da consejos, quien está allí para calmar las inseguridades de las hermanas pequeñas.

Si ustedes aceptan acompañarme en este viaje son más que bienvenidos.