Saturday, November 20, 2010
Mafalda - Tranquilidad del alma.
Nos llenamos de cosas que "pueden" servir sin darnos cuenta que no sirven. Rendimos culto a la basura, tanto física como mental y espiritual, ésta es la trampa de la nostalgia. La nostalgia es la excusa que utilizamos para no vivir. Nos rodeamos de gestos y artefactos inútiles para que nos protejan de un presente que nos puede resultar hostil. ¿Cuántas veces hemos recogido tuercas oxidadas? Por más que nos rodeemos de las cosas que nos sirvieron de niños nuestra niñez nunca volverá, en vez de sufrir ese hecho debemos agradecerlo, porque es maravilloso. Este es un momento privilegiado, vivimos en una edad de oro.
Esta tira bien podría tratarse de la verdad. Caminamos por la vida y recogemos doctrinas oxidadas esperando que algún día nos sirva. Mafalda dice bien, "Nada sirve para todo". Si queremos usar una filosofía para todo ésta fallará. No caigas en la trampa de escudarte en un libro viejo para explicarte el presente. Al tirar la tuerca Felipito reconoce que para vivir en la vida es necesario dejar atrás la basura que insistimos en ver como oro cuando es papelito brillante.
Susanita hace lo correcto, preguntar. Ésta es una llamada de auxilio; "Poseo una visión limitada del mundo y ésta me hace ruido, por favor hagan que cobre sentido". Manolito hace bien en reconocer ésta como una pregunta peligrosa, pues toda pregunta que tiene el poder de sacarnos del paraíso artificial de nuestros prejuicios es peligrosa. Cuando en el catecismo empiezas a hacer preguntas la monja te mira como un peligro, debemos de volvernos un peligro con nuestras preguntas. Cuando Mafalda se enoja por la pregunta de Susanita reconoce así también este peligro, pues la fortaleza de su ideología también se estremece. No hay preguntas tontas si se hacen con el genuino interés de descubrir la verdad.
Esta debe ser mi tira favorita hasta el momento: En el mundo existe el sufrimiento y la injusticia, sin embargo poco o nada podemos hacer para detenerlo. Cuando reconoces tu incapacidad de terminar con toda la muerte y el sufrimiento del mundo comienza la serenidad. Yo no puedo cambiar el mundo de afuera, sin embargo puedo traer la armonía a mi pequeña familia. Todos los días que ustedes me dicen que mis artículos los han despertado a la reflexión sé que hice un poco para volver el mundo un lugar menos feo por unos segundos. Reconoce que haces para cambiar la vida de la gente que te rodea, no sufras por no traer los grandes cambios, los pequeños cambios que haces bastan. Es esa la verdadera tranquilidad.
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Aunque no comente en todos las entradas, sigo leyendo y reflexionando.
ReplyDeletesaludos,
KG