OGL - Farewell to Arms

Hoy fui a comer con mi amigo Raúl Renán, es un escritor reconocido con docenas de libros publicados, tiene 82 años y una novia de menos de la mitad de su edad. En su cumpleaños 80 tuvo una ceremonia en Bellas Artes, viaja mucho. Es una persona muy amable y abierta, tiene muchos amigos y todos sus alumnos lo recuerdan como una persona entrañable. Me aprecia mucho, me invitó al Delirio de Mónica Patiño en la calle de Álvaro Obregón esquina Monterrey a un menu de comida árabe. No supe que estaba comiendo pero era delicioso. me alegro de no tener alergias. Platicando de amigos en común y proyectos volteó y me preguntó: ¿Qué estás escribiendo?

Entonces me di cuenta que no supe que contestar.

Lo traté de verbalizar y me di cuenta que tendría que contar mucho para decir algo medianamente interesante y esa no era la primera vez que a alguien que no fuera del medio le explicaría de esto. Mi chica. Mar, leyó varias entradas y estaba realmente sorprendida que OGL no fuera ficticio sino una persona real.

Esas son las razones por las que esta es la última visita al Mundo de Joe y a las Krónikas Kuadradas. Hablar de OGL es una gran inutilidad. Dedicar tantas y tantas horas al mismo cansado mensaje y a la misma filosofía barata es necio y decadente, y quienes se dedican a escribir de OGL todas las semanas me parecen ahora tan necios y tan decadentes como él. Y si me sigo dedicando a esto me iré directito al miasma.

Las dos tiras tienen el mismo mensaje, es el viaje de un hombre (que a veces se transforma en perro) por un mundo que no entiende, un mundo que cambia y evoluciona mientras él se queda estático y sin moverse, se ha vuelto una piedra cuando debería ser arena.

Hace muchos años recuerdo bien que fui a la Conque en el Polyforum Cultural Siqueiros, el Estudio Ka-Boom estaba nuevecito y con todo el entusiasmo del mundo, y con bombos y platillos anunciaron la serie animada de Karmatrón. Todos en la sala salimos muy emocionados. Entonces pasó que la serie nunca se concretó. Lo que debía ser el inicio del estudio se volvió su apogeo, y la caída fue inevitable.

Ése fue el momento perdido, de haber sacado al menos una temporada con animación limitada de 8 episodios se hubiera vuelto un fenómeno, habría fanarts de Karmatrón por artistas internacionales, los chicos en la TNT harían cosplay de Zacek y gritarían por las calles Ya yume nun tox uk in il tial.

Pero eso nunca pasó.

Por la sencilla razón que el mundo siguió evolucionando y Oscar se negó a cambiar. Estamos en el siglo XXI, en nuestro mundo sólo requieres de ganas y de un tema para lanzar un comic y hasta una serie animada. Estamos en una nueva era de oro, donde existe el webcomic para tí, tanta gente lo hace ahora y es para todos los gustos, con calidades que van desde la mediocre hasta la profesional. Veo mi propio ejemplo, para hacer esto que estoy haciendo sería imposible hace tan sólo diez años, escribir una entrada en un blog y tener respuesta inmediata de los lectores, tendría para ello ser parte de una revista de cierta periodicidad y esperar semanas o meses a las opiniones de quienes tuvieran la diligencia de escribir una carta y mandarla por correo, el día de hoy basta con desearlo y tu mensaje me llega. A Oscar no le da miedo la nueva tecnología, pero su modelo de hacer las cosas es la que se está quedando atrás, a pesar de sus insistencia por ceñirse al camino de los grandes del pasado.

De eso se trata la tira de esta semana de Krónikas Kuadradas, la mayor tristeza de un hombre es ver que el mundo ya lo ha dejado atrás porque no lo necesita.

En su disfraz de perro Joe siente la frustración de ver que el mundo tampoco lo necesita, que su  filosofía barata no le ayuda a nadie, ni a él mismo. En vez de apreciar a sus amigos como son (caí en cuenta que Joe está enamorado de Pilly) trata de cambiarlos, eso no es amar. Mucha gente (como Nathaniel Hornblower y otra gente que pasa su vida echando pestes de otros) basa su ego entero en descalificar a otros, como si aplastar a la gente los hiciera elevarse. Esto es iluso y tonto. Joe es un poco más noble que esto pero no inocente, el descalificar a otros le causa enorme tristeza y soledad. Joe es incapaz de amar a Pilly por lo que es pero Axayácatl sí, aunque lo haga desde su rencor y absurdo clasismo. El Mundo de Joe de verdad es de gran pobreza espiritual.

En el pasado les he hablado de la realidad objetiva, para mi sorpresa algunos de ustedes no creen que exista una realidad más allá de los sentidos, más allá de lo que nos imaginamos, de las percepciones y prejuicios que tenemos. No es mi intención convencerlos de ver mi punto, pues no puedo buscarlos en sus casas y tomarlos del cuello hasta que entiendan y tampoco me corresponde. En sus tiras OGL se ha creado su mundito donde es poderoso e influyente, pero veo el panorama completo y veo que es tan Don Nadie como yo, Su cuarta dimensión es un sueño inútil que se construye para evitar penar en la inevitable realidad del olvido y la muerte, ¿pero acaso no podremos decir lo mismo de cada uno de nosotros? La religión explota nuestro miedo a la muerte y nos vende boletos para lugares imaginarios donde accederemos si obedecemos sus órdenes o no. Shakespeare se refirió a la muerte como aquel país desconocido del cual ningún viajero regresa. Nadie sabe que pasa después de morir y mil fantasías no cambiarán eso. A eso me refiero con la realidad objetiva. Todos somos mortales, ningún maestro dimensional cambiará eso, ninguna fantasía de resurrección ni reencarnación hará que eso cambie. Por eso les recomendé que desafíen sus dogmas, ceñirse a ideales decadentes es la peor esclavitud. La verdad nos hará libres.

Mi victoria sobre OGL es que así como el mundo real no se adapta a sus ideales y según él lo ha abandonado yo haré lo mismo. Seguiré con mi vida y nuevos proyectos Mi sueño es que nadie más hable de él, que no caigan en su espiral de odio y resentimientos y que le den el avión cuando habla de un futuro glorioso que nada tiene que ver con la verdad. El odio ha infectado a tantos que siguen y seguirán hablando de él, pero yo elijo retirarme a tiempo.


 La única diferencia entre él y yo es que sí acepto que soy un pobre diablo.

El gran juez que es el tiempo nos borrará del planeta de la misma manera, todos nuestros sueños y fantasías desaparecerán como lágrimas en la lluvia.