Monday, June 5, 2006

Ciega y Sorda

-¿Sabes qué? Vete a la fregada, ya no tengo porqué andar soportando situaciones como esa-
Pero Laura no me escucha, es ciega y sorda. En el silencio respiro y pienso antes de comunicarle este coraje, aún no lo sabe y está frente a mí en otro planeta, en otro mundo que nunca me ha pertenecido ni tiene porqué serlo. Me molesta tanto por las razones incorrectas, por la sencilla razón que me lo dijo. Por favor, no me lo digas, yo no tengo porqué saberlo, a mí eso no me sirve de nada, es peor, me estás dando tu lastre, un color de incomodidad del que tu mundo está lleno, ya no quiero eso, ¿no lo entiendes?.
Es otra vez la sesión y no tengo otro remedio que poner en palabras lo que apenas entiendo, ella es una nada, menos que un fantasma, letras sin cuerpo en la ventana, gotas de lluvia ácida evaporándose antes del contacto, una lluvia fantasma, creo que hay una palabra para eso.
-¿Qué te molesta más?
-Que me lo dijo, bien podría habérselo callado.
-¿Preferirías que te hubiera mentido?
El peor silencio es el silencio que pagas por hora.
-Sí.
Estoy en un salón lleno de escritores, de la gente que siempre he querido ser. hablando de teoría y abstractos, discutiendo cuál es el color de mi patria si es que la tengo. Una cámara de televisión en el momento que no me salen las palabras. nadie se ha dado cuenta que vine sin ser invitado, tengo esa extraña facultad de entrar a donde he querido. Es una sala de solemnidad y Elizabeth Zárate me cuenta que ha vivido lo mismo, ella ha estado de ese otro lado de la ventana, y por primera vez digo en voz alta lo que la argentina me dijo, desde su ceguera y sordera, desde sus letras fantasmales como la lluvia ácida. A tres pasos una mujer muy amable me habla de su escuela de danza y me da caramelos, también es de allá, lo supe por su acento. Bahía Blanca, me dijo que puedo ir cuando quiera y me acaba de conocer. Elizabeth Zárate tiene razón. No hay porqué desaparecer y eso es lo que hice ayer y antier.
En la oscuridad de una sala de la casa del poeta La Poetisa habla de cuando era niña y chocaba las piedras. Yo no la admiro. En el talller un ciego escribe poesía y se atreve a recordarle al lector que necesita bastón para caminar. Si no eres ciego y escribes que lo eres es poesía, si eres ciego y escribes lo mismo eres un chantajista. Pero eso no es lo que ellos quieren oír, quieren decir lo valiente que es por aventarse a escribir.
-¿Estoy mal?
De regreso al silencio de la sesión. No creo que tenga las ganas de leer ninguno de los libros en el estante.
-No es bueno vivir con tanto odio.
-Lo sé.
-Y si lo sabes, ¿qué estás haciendo?
-Nada.
Es el nuevo taller y a los que lo tomaron el trimestre pasado se reúnen para que les den los ejemplares de poesía que imprimieron, me dejan leer uno y no es poesía que me interese excepto una de un muchacho que por casualidad está frente a mí. Los otros ríen y se pasan sus libros para autografiarlos y me pasan como si yo fuera un mueble, el tallerista llega demasiado tarde y al llegar no dice nada y estoy de nuevo demasiado molesto, no sé porquè estoy soportando a esta gente que alguna vez conoceré pero todavía no. tal vez es por la emoción que actúan así, no sé. No hay camiones de parque Lira que lleguen al auditorio.
Siempre he estado demasiado molesto con todo. Cuando voy en el camión imagino a quién le dispararía con un rifle o que pasaría si tuviera el poder de eliminar a alguien de la existencia retroactivamente.
-Pero no te han hecho nada.
-Siempre he tomado que su existencia me molesta.
-¿Crees que a ellos les molesta tu presencia?
-Tal vez, creo que ni les importa.
-¿Y porqué te importa tanto?
-No sé.
Esta vez quiero que ya no me importe, si pasa o deja de pasar no es importante. Frente a mí una muchacha koreana que no habla español pero sí de danza y teatro, me muestra un hamlet en koreano que lo encuentro terriblemente hermoso. En el libro de música hay un poster de una película de horror con dos niñas sosteniéndose las manos.
-¿Has visto una película de horror también de dos niñas que en inglés le pusieron 'Tale of Two Sisters'?
-Hay muchas películas koreanas de horror con dos niñas.
El secreto es que el mundo está lleno de belleza. De verdad, Victor Toledo escribió un poema para los ojos de Aisha, En el taller de poesía leo el poema que habla de un pie y así es como debería ver la vida.
Shozin Fukui me cuenta otra vez la historia de Pinocho que tiene más que ver con el hombre de hierro de la canción de Black Sabbath.
Silvia Pinal atrapada en un vestíbulo con mucha gente rica y no saben porqué.
A Darío Argento le prohibieron filmar su película con niñas de menos de doce años pero dejó intactos los diálogos para darles ese sentido de inocencia.
-Cuando estés listo para hablar me escribís.
La argentina en su ventana habla en un idioma que reconozco pero no entiendo. Me reclamó que no quiero entender pero de verdad no sé que quería decir y tuve que usar el diccionario. Gritar enmedio del rechinar de los metales en la industria para que una ciega y sorda me escuche y no creo que nunca haya escrito esas palabras.
Desearía que este alfabeto braile tuviera alguna manera de teñir las palabras con ironía, pero es un canto monótono, una campana tras cada frase. metal penetrando el papel.
En realidad no es nada.
-No puedes decir que no es real, es otro nivel, otra significación, otro contacto.
Elizabeth Zárate tiene que seguir coordinando el evento y se retira. En el vestíbulo escarabajos que cargan joyas se arrastran, están tan lejos de la playa y juegan con sombrillas y pelotas inflables, las chicas del floppy hablan en hebreo, los hermanos siameses se cuentan historias, el viacrucis con transeúntes, La vida está llena de belleza y continúa a pesar nuestro.
-Me hubieras dicho, no tengo para ver DVDs.
Y así comienza la historia de la próxima semana.

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