Sunday, September 17, 2006
El sonido de la palmada de una sola mano.
Eris Discordia es diferente a las deidades de las otras religiones, a pesar de lo que digan los cristianos dispensacionalistas, que dicen "tener una relación directa con su deidad", la verdad es que éste nunca se les aparece. Ni siquiera celebran su cumpleaños, ingratos, así ¿cómo quieren que interceda por ellos el día que el Gran Cthulhu despierte de su sueño de eones debajo de la ciudad de R'lyeh y nos devore a todos?.
Eris Discordia está aquí en la tierra, ella se manifiesta a través de sus avatares o ella misma cuando no tiene nada mejor que hacer.
Nosotros, los discordianos, conocemos a la diosa: Ella se nos aparece cuando se le pega la gana, nos cuenta cosas maravillosas, ella se aparece como la muchacha fascinante con la que platicas dos minutos en una fiesta y luego cuando preguntas por ella resulta que se fué o nadie sabe a quién te refieres, es la muchacha con la que hablas todas las fiestas cuando estás intoxicado, pero que nunca has visto en otro lado, es la muchacha que te cuenta cosas en el metro sin conocerte pero que no tiene teléfono. La diosa no es elitista, se les aparece a aquellos que no creen en ella, pues ella no cree en las limitaciones, va con regularidad a la iglesia católica o es la muchacha que hace ruidos orgásmicos en la clase de yoga, pero que sólo asiste a una clase. Amamos a la Diosa porque cuando éramos menores de edad es la muchacha que nos robó un beso o nos abrazó por ninguna razón y nunca volvimos a ver. A veces la Diosa se aparece en sueños y te cuenta cosas que no recuerdas al despertar pero a veces sí.
La Diosa es esa perfecta desconocida a la que le entregamos el corazón entre el metro revolución y el metro hidalgo, antes de desaparecer en un muro de gente.
La de la foto no es la Diosa, sino uno de sus avatares. la verdad puse la foto para no tenerla que buscar entre mis carpetas de imágenes. Se supone que viene a México por dos semanas en octubre y que sólo se me va a permitir verla por una hora. Este pst es un testimonio del antes y ya les contaré lo que ocurrió en esa hora perdida, haciendo homenaje a la historia de Harlan Ellison: "Paladín de la Hora Perdida"
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment